ROJO
De reojo desde el ojo
de la Esfinge, los desiertos.
En la mirada de la Estatua de la Libertad
las piras de la
guerra, el NAPALM en Indochina
y la solitaria campanada
refractaria
en Nagasaki e
Hiroshima.
Rojo del estandarte y
de la Plaza Roja de sangre.
Piel roja del cobre
exterminado y del árbol de Jiñicuabe,
un sol azorado por la
impiedad
que criminaliza al
mitin de la indignación pública.
Luna roja en la Alhambra
y en los rosales
de Babilonia y de
Bagdad,
rojo visor del futuro
amenazado a ultranza
si un rubí vale más
que un tomate
y una manzana con
mordisco
puede ser un abalorio
de víboras.
Picor y lentejuela,
pasión de coral marino
y beso furtivo en la mejilla,
pañuelo y banderilla
de jardín
que te roba una pizca
de vida
con el cardo de la
reciprocidad con que la cortas
para llevarla al
jarrón
qué a caso viene del
cristal de Bohemia
o de las falacias de
Ali Baba
en una gota roja que
se desangra en millones.
Candelario Reyes
García
2012.
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