NEGRO
Negritud víctima,
eslabones de hierro,
hambre, un continente
saqueado;
excesivos carbones
volviéndose diamantes,
descomunales huesos
vueltos petróleo.
Africa pastel en negro
repartido:
filos, azotes,
cañones, podredumbre.
Negro negocio bajo la
mesa
del oscuro político, parálisis
y horror
de contraponer lo
negro a lo negro.
Punto, línea y traje
entero, negro
designio del sistema
de la locura,
graffiti de peso su
publicidad
que si cierras los
ojos, la seguirás viendo en negro
en que te las ves negras
para ser feliz siguiendo
su señal de tarántula.
Asia, América y
Oceanía
desatinadas con África
en sus entrañas
como para que la
iniquidad no olisquee
el pellejo de la
obsolescencia y lo arranque.
Negros el buitre y el
cuervo que te sacan los ojos
en el oscuro páramo
del desarrollo termonuclear
de una democracia bajo
crespones de luto.
Negro de partitura y
Jazz en el movimiento del mar petroleado,
potro azabache
enloquecido, espoleado,
sofrenado por jinetes
de cabeza en el corazón de lo yermo.
Oscuridad
y el pincel de Goya
sangrante de negro,
caverna y murciélago
en los santuarios
abandonados
de la orfandad civilizadora
cataclísmica pordiosera.
Humanitarismo en la
humareda
del nuevo orden
mundial in Vitro
negro de la ONU y
Washington,
agujeros negros de
vértigos por inconsciencia.
Saltan los dados del
cubilete y ruedan
en manos de chacales
de ciudades casino noctámbulas
luminosas que
enceguecen al extremo.
Negro en la ventana como
una caja negra cuando la luna
no abre su ojo de
cocodrilo en el pantano de la noche,
pizarrón vacío,
libro muerto,
tinta que se pudre,
best seller del
mercado negro
de los tratantes de la
guerra y el lucro
de los órganos y las
fuerzas del tráfico de blancas
en los protocoles que
rigen este mundo blanco de lo negro
en frac de pingüinos
en rebaja,
por la paranoia de un
eterno viernes negro
de incesante vejamen al
desnudo y al hambriento,
negro;
adrede.
Tanto,
que las hormigas y el
ónix
se avergüenzan.
Candelario Reyes
García
2012.